jueves, 27 de mayo de 2021

Reptilian overlord

Parcela
oliva.
Hileras
de agua
metal.
La nimbo
aletargada,
piedra angular.

Anubis reposando,
inflexibles su ojos
de grisáceo
itinolito.

Nuit à Paris,
boca con boca,
lengua con espada.
¡EL AMULADOR!
Copa y tabaco.
Dictadura cubana.

Haz de luz
fortuito.
Tac-tac.
Cortocircuito.
Adiós luz,
que te apagaste.

Llora y llora
aborigen
en su rincón.
Eco.
Chamuscado
papiro
de sí mismo.
Ego.

Estrellas,
de lejanía
licra carne,
la mariposa
y sus estrías
cefálicas.

Splash,
óleo
en tabique.
Llamarada
incandescente.

La flor
de caverna.
De taberna
República.
Musas putas
y putas
públicas.

Fugaz
atisbo.
Tachado,
por decreto
vanidad.
Ecolecuá.

Capilla,
bandera,
fusil.
Cuadro
febril
en la rivera.
El buen druida
de pañuelos
tibios,
semillas.
El fuego
al fuego
(y viceversa).
Nos vimos,
nos fuimos
y no supimos.

Guantánamo.
Globos
no atajan
arrabales
de bálsamo.

¿Qué importa?
Cuando Dios
no existe,
sí exhorta.

Night on
New York.
De concreto,
papel.
Sueño...
Te vi
en Soho
y te perdí.

Susurro...
aquí...
y allá.

Sombra
en mural
rupestre
de futuro
condenado
en libertad.
Final de línea
sin final.

Noche en
Caracas.
Ciudad
de mierda.
Gama
de rostros,
espejo
onírico.
Amor.
¿Qué devela
el reflejo?
Reptilian overlord.


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